viernes, 28 de marzo de 2014

¿Feminista?

Yo me considero independiente, he tenido que aprender ha hacer cosas de machos, tales como cambiar el gas, subirme a la azotea del segundo piso (venciendo mi terror a las alturas) y destapar la coladera después de una lluvia especialmente abundante, componer cosas eléctricas, hacer mecánica a mi auto (incluyendo cambiar una llanta si se me poncha) y todos esos detalles que se supone el hombre de la casa debe de realizar.

Pero no solo eso, aprendí como hacer todos los tramites del auto y de otras cosas que también corresponden al hombre, hoy día he perdido el miedo a muchas cosas, ya no me asusta ni preocupa tener que explicarle al mecánico lo que le pasa al auto, ya no me aterrorizo si una llanta se poncha o si el auto ya no prende en medio del periférico, ya no tengo que pedirle a nadie que instale y desinstale mi tanque de gas, ni tengo que recurrir a vecinos y familiares cada vez que el aire se descompone, aprendí a ser independiente y autosuficiente.

Se lo difícil que es estar sola y tener que pagar agua, luz y teléfono, que duro es tener que hacer que los panes se multipliquen a fines de quincena, mi cansancio era excesivo, mi cuerpo lo reciente e intenta pasarme la factura a la primera oportunidad, sin embargo ya no me preocupo, he entendido que si un problema tiene solución hay que resolverlo y si no simplemente dejar que pase el tiempo y sobre todo perdí esa actitud mediocre en la que las mujeres solemos decir que no necesitamos a los hombres y que somos superiores a ellos.

Lo cierto es que si los necesitamos, pero no en el sentido en el que muchas piensan, no los necesitamos para que cambien el foco, muevan los muebles una vez al mes o para que instalen el equipo de sonido, en ese sentido mas vale maña que fuerza y soy el vivo ejemplo, la necesidad es otra y es de afecto, son ganas de estar con alguien que simplemente este a nuestro lado, no solo para cosas practicas, sino para sentirnos protegidas y amadas, que nos amen tal cual somos, complicadas y obstinadas, que cuando sentimos que el mundo se nos viene encima están unos brazos esperándonos, que podemos comer en compañía, ver TV con alguien a nuestro lado, que podemos salir a pasear y él se hará cargo de nuestra protección y cuidado.

Claro que nos hacen falta, por algo fuimos creados en géneros distintos como un complemento, la naturaleza es sabia y actúa conforme a querer lograr la perfección, siempre, en algún lugar de este mundo hay alguien perfecto para nosotras, en ocasiones no lo encontramos nunca y vamos de hombre en hombre tratando de encontrarlo, en ocasiones somos bendecidas y lo encontramos y nuestra vida es iluminada, ¿como podemos saber que es él? en primera instancia lo sabemos cuando vemos que no es perfecto, que es un ser humano como nosotras y no lo idealizamos, lo amamos como es y lo aceptamos tal cual y él hace lo mismo por nosotras.

Esa mascara de superioridad que algunas mujeres se ponen es absurda, gritándole al viento que los hombres son nefastos lo único que hace es poner de manifiesto su carencia de amor, el no haber encontrado su media naranja, el estar a la defensiva después de uno o más fracasos y esa actitud de soberbia dificulta aún más que el amor entre en nuestras vidas.

Son niñas que se arreglan en exceso, que quieren verse bellas siempre, como modelos de revistas, tratando de poner de manifiesto su feminidad para demostrar que la belleza no esta peleada con la inteligencia, se desviven también por ser eficientes en sus empleos y luchan día a día para ser reconocidas como mejores e insuperables, únicas y necesarias, imprescindibles e indispensables, pero hay una regla a seguir y es que todos somos necesarios pero no indispensables, siempre habrá alguien que pueda hacer nuestro trabajo, tal vez mejor que nosotras, el mundo no deja de girar si nosotras no vamos al trabajo o no nos levantamos a atender nuestro hogar.

Para mi el feminismo es una guerra absurda, una actitud mediocre, es verdad que tenemos los mismos derechos y merecemos las mismas oportunidades que el hombre (aunque esa igualdad realmente va a ser posible el día en que las mujeres seamos gordas, calvas y viejas y aún así nos consideremos atractivas) y se pueden tener en base a algo muy básico, eficiencia, sin necesidad de andar pregonando a los cuatro vientos que somos mejores, cuando alguien es eficiente se manifiesta arrolladoramente con nuestro desempeño, no hay necesidad de auto alabarnos, no hay necesidad de tomar una actitud de agresividad, no hay necesidad de ponernos una mascara de dureza y de que nadie puede rompernos el corazón, no hay necesidad de no querer involucrarnos sentimentalmente por miedo a que nos hieran, una mujer de verdad, una mujer feminista sólo hace bien su trabajo, vive tranquila su vida, ama a su hombre si lo tiene y es feliz, porque la verdadera feminidad es esa, ser autentica, sin falsas posturas, sin disfraces, sin apariencias. El respeto se gana con acciones y no con gritos y manifestaciones sobre lo muy independientes que somos. La mediocridad es para los que no han evolucionado.

Yo soy antifeminista y una mujer independiente que lucha día a día por ser mejor, me gusta sentir que me aman y amar, cuando dejemos de ser feministas habremos realmente conseguido la igualdad y el respeto del genero opuesto sin el cual, les guste o no, no podemos simplemente vivir.

viernes, 21 de marzo de 2014

Manifiesto feminista

Son las 6.00 a.m., El despertador no para de sonar y no tengo fuerzas ni para tirarlo contra la pared. Estoy acabada. Quiero quedarme en casa, cocinando, escuchando música, cantando, etc. Todo, menos salir de casa, meterme en el coche y tener que poner el cerebro a funcionar.

Me gustaría saber quién fue la bruja imbécil, la matriz de las feministas, que tuvo la grandiosa idea de reivindicar los derechos de la mujer, y por qué hizo eso con nosotras, que nacimos después de ella.

Estaba todo tan bien en el tiempo de nuestras abuelas: ellas se pasaban todo el día bordando, intercambiando recetas con sus amigas, decorando la casa, podando árboles, plantando flores, recogiendo legumbres de las huertas y educando a sus hijos. La vida era un gran curso de artesanos, medicina alternativa y cocina.

Y DESPUÉS SE PUSO MEJOR, ¡¡teníamos servidumbre, llego el teléfono,las telenovelas, la píldora, la tarjeta de crédito!! ¡¡Cuántas horas de paz!! Hasta que vino una tarada, a la que por lo visto no le gustaba el corpiño, ni dedicarse al hogar. Vino a contaminar a varias otras tontas que se pensaban rebeldes, inconsecuentes, con ideas raras sobre 'vamos a conquistar nuestro espacio'.

¡¡Qué espacio ni qué la chingada!!

¡¡Si ya teníamos la casa entera!!

¡¡Todo el barrio era nuestro, el mundo a nuestros pies!! Teníamos el dominio completo sobre los hombres; ellos dependían de nosotras para comer, vestirse... Y ahora... ¿Dónde carajos están?

Acabamos muertas al final de cada día, ni hacer el amor queremos, nos duele la cabeza, argumentamos mil excusas por cansancio...

¿¿¿Nuestro espacio???...

Ahora ellos están confundidos, no saben qué papel desempeñan en la sociedad, ¡¡Huyen de nosotras, como el diablo de la cruz, les damos miedo, tanta independencia acabo por hacerlos huir!!

Ese feminismo acabó atiborrándonos de trabajo. Y lo peor de todo, ¡acabó lanzándonos dentro del calabozo de la soledad crónica aguda!

¿Por qué, díganme por qué, Liberación Femenina? ... Sí la mujer sólo necesitaba ser frágil y dejarse tratar como a una reina, y le dió por competir con los machos...¡¡¡AGGGGGGGGG!!!

¡¡¡Miren el tamaño del bíceps de ellos y miren el tamaño del nuestro!!! Estaba muy claro, cada quien en su sitio desde Adán y Eva... ¿Liberación Femenina? ¡¡Mis ovarios!! ¡¡Esto no iba a terminar bien!!

No aguanto más ser obligada al ritual diario de intentar estar flaca como una escoba, pero con tetas y trasero duritos, para lo cual tendría que matarme en el gimnasio, además de morir de hambre, ponerme hidratantes, antiarrugas, padecer complejo de radiador viejo tomando agua a todas horas, y demás armas para no caer vencida por la vejez, maquillarme impecablemente cada mañana desde la frente al escote, tener el pelo impecable y no atrasarme con las mechas, que las canas son peor que la lepra; elegir bien la ropa, los zapatos y los accesorios, no sea que no esté presentable para problemas uno detrás de otro, ¡¡que además ni son mis problemas!!

Todo para salir con los ojos rojos (por el monitor, claro, porque para llorar de amor no hay tiempo). ¡¡Y teníamos todo resuelto!!!

Estamos pagando el precio por estar siempre en forma, sin estrías, depiladas, sonrientes, perfumadas, uñas perfectas, sin hablar del currículum impecable, lleno de diplomas, doctorados y especialidades. Esa reunión de trabajo, tener que resolver la mitad de las cosas por móvil, instalarme todo el día frente al PC trabajando como una esclava (moderna, claro está), con un teléfono en el oído y resolviendo los problemas del trabajo...

Nos volvimos SÚPER MUJERES. ¡¡Pero ellos se quedan con los puestos de jefes y nos dan órdenes!!

¡¡¡BASTA!!!

Quiero que alguien me abra la puerta para que pueda pasar, que corra la silla cuando me voy a sentar, que me dedique canciones de amor, que me abrace con ternura o con pasión, que me mande flores, que me haga sentir valorada y querida. Si nosotras ya sabíamos que teníamos un cerebro y que lo podíamos usar.... ¿¿¿Para quééééééé carajo había que demostrárselo a eeeeeellos???

Ay, Dios mío, son las 6:30 a.m. y tengo que levantarme... ¡Que fría está esta solitaria y grandísima cama!... ¡¡¡CARAJO!!!... quiero que un hombre llegue del trabajo, que se siente en el sofá, que conversemos, que escuchemos música, que disfrutemos de una cena juntos, que me haga el amor, que me haga sentir mujer... porque descubrí que es mucho mejor servirle una cena casera que atragantarme con un sándwich y una Coca Cola Zero mientras termino el trabajo que me traje a casa.

No, mis queridas colegas, inteligentes, realizadas, liberadas... y abandonadas (y lo peor, aun algo jóvenes). ESTOY HABLANDO MUY SERIAMENTE... RENUNCIO A MI PUESTO DE MUJER MODERNA.

¿¿Alguien más se suma??

Superar el fin de una relación 05

Paso 5: Tómate tu tiempo

Se suele decir que la forma más rápida de olvidar a alguien es conociendo a otro, pero no estoy de acuerdo. El típico dicho de que un clavo saca otro clavo suele funcionar, pero el martillazo nadie te lo quita y solo si no te importa el hoyo que queda. Ese dicho solo servirá para hacerte sentir horrible si te acuestas con alguien que realmente no te interesa.
Ignora a tus amigos y sus consejos sobre el tema que la mayoría de las veces apuntarán en otra dirección, y aprende a disfrutar lo que a ti te gusta a tu propio ritmo. Tómate tu tiempo. Es necesario que estés completamente segura antes de dar hacer cualquier movimiento.

Pero también ten en cuenta que eres libre y es tan válido que no quieras saber nada de una pareja durante un año como que decidas volver a conocer hombres al poco tiempo. Puedes hacer lo que se te de la gana sin que nadie te juzgue o te presione por conocer gente nueva. Porque recuerda, y esto es lo más importante, que la única persona que puede hacerte sentir bien contigo misma eres tu.

Relaciones tormentosas

Es bastante más común de lo que a mi me gusta enterarme que en una relación uno de los dos es un agresor/a, lo que evidentemente deja a la otra persona con el papel de agredido/a. Los medios de comunicación se han encargado de hacernos creer que los hombres son en general los agresores y a nosotras nos toca el papel de víctimas, sin embargo esa proporción no es tan dispareja como nos quieren hacer creer.

En el caso de las mujeres, además del sambenito de pendejas víctimas nos quieren hacer creer que somos nosotras las que lo permitimos, antes yo protestaba ante esa insinuación, pero he visto a demasiadas mujeres que siguen el eterno ciclo de "hoy te amo y mañana no, hoy te maltrato y al rato te abrazo" que convierten sus vidas en un círculo vicioso de maltratos, infidelidades y mentiras ("perdóname, eres la mujer de mi vida") a las que luchan por aferrarse como si en ello les fuera la vida.

Voy a compartir a modo de ejemplo lo ocurrido a una amiga de nombre Leo. Ella estaba en medo de una tempestad como la que describí.

Un día su esposo se fue... Se llevó con él todas sus miserias sentimentales... Se fue con otra sin importarle lo que le había dado, lo que había sufrido por él. No le importó los hijos, no le importó lo que la gente pudiera pensar, no le importó nada que no fuera la nueva aventura que estaba iniciando.

La cólera de Leo fue tan grande que empezó a soltar insultos (incluso algunos que estoy segura que inventó), lloraba hasta quedarse dormida y al despertar lo extrañaba y continuaba con la rabia. Convirtió el "¿Cómo pudo olvidar lo que le di y todo lo que hice por él?" en una frase que repetía continuamente. Cuando sus hijos se encontraban en la escuela se dedicó a llamar a toda la familia y amigos para contar lo que el ingrato le había hecho (hasta el gato de la vecina fue receptor de sus lamentos y quejas), esperando que la viéramos como la víctima que se sentía hasta que le recordé que hacía algún tiempo también se había ido y lo había perdonado cuando volvió "por el bien de sus hijos" y porque a pesar de todo lo amaba. 

Leo me juró que esta vez sería diferente, que estaba dispuesta a salir adelante con sus hijos, a no caer de nuevo en la humillación, que ahora solo pensaba en recuperar su autoestima. En medio de la vorágine de emociones le daba gracias a Dios por haber apartado a ese hombre que le "había hecho tanto daño" y a jurar por lo más sagrado que "a ese infeliz no lo quería volver a ver nunca más", que "se arrepentiría de haberla perdido" (y se arrancó con una nueva lista de insultos y llanto).

Un día estábamos tomando un café y de repente sonó su celular, era el número, ¿¿Que hizo??, ¡¡¡LE CONTESTÓ!!!, cuando se lo hice notar, sutilmente, al preguntarle ¿Que chingada madre acabas de hacer pendeja? me respondió que después de todo era el padre de sus hijos, no importa cuanto la maltrataba ni la manera en como minaba su voluntad, la libertad no importaba, y empezó con las excusas y los perdones.

Volvió a dejarse convencer con las explicaciones y las mentiras, se creyó la frase de que "se dio cuenta que no puede vivir sin ti, que tú eres el amor de su vida" y poco a poco regresó con él.

Eso es algo que no entiendo sin importar todo el tiempo que lo pienso. ¿Qué le pasa a estas mujeres? ¿Son masoquistas? ¿Tanto extrañan todo lo que las hacen sufrir? ¿Tienen miedo al abandono y a la soledad? ¿Acaso no lo padecen estando con él? Y más aun, sufren de una soledad mojada en llanto porque las tratan mal, porque les están siendo infiel. Para superar todo esto y poder liberarse deben empezar de cero, deben empezar queriéndose a si mismas, pero les da miedo ¿Miedo a qué?.

Deben descubrir qué quieren en realidad, según como se valoren serán valoradas, porque al final, después de muchos años, se darán cuenta que solo perdieron lo mejor de su vida, robándole la tranquilidad a sus hijos de la misma manera que se la robaron a si mismas, ámense y respétense incondicionalmente, no deben soportar maltrato físico o psicológico, y menos volver con quien se va y regresa con falsas promesas de cambio, si no funciono la primera vez, ni la segunda nunca va a funcionar y el daño será mas profundo aun.
¿Por qué tropezar con la misma piedra?. ¡¡Levántense!!, ¡¡Reconquisten su vida, su dignidad, su tranquilidad!!, ¡¡Nadie lo hará por ustedes!!.

jueves, 20 de marzo de 2014

Superar el fin de una relación 04

Paso 4: Saca partido a la vida de soltera

A pesar de que suena a cliché no por ello es menos verdad. Cuando estás en una relación dejas de hacer cosas que hacías cuando estabas soltera. Por eso ha llegado el momento de reclamar tu independencia.

Por ejemplo, ese corte de pelo que tanto has querido hacerte pero que a él no le gustaba. O puedes fundir la tarjeta de crédito en una tienda en medio de un maratón con tus amigas comprando ropa extravagante. En otras palabras, hacer todo aquello que dejaste de hacer porque existía él en tu vida.

Comienza por decir SI cuando se te presente alguna buena oportunidad, como ir a tomar algo después del trabajo o salir con amigos. Todo eso te ayudará de dos formas: Por un lado te recordará que estar soltera es en realidad muy divertido y, por otro lado te mantendrá tan ocupada que tus pensamientos hacia él se irán disipando.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Mejores amigas

Hay ocasiones cuando la miras observas un par de ojos malignos inicuos bajo dos cuernos malvados que amenazan darte un golpe bajo en cualquier momento. Ella podría conspirar contra ti y poner en práctica sus juegos traviesos con tu mente.

Ya sabes de quien te estoy hablando ¿Verdad?, ¡No! No tu suegra y, por supuesto, tampoco de tu madre. Y definitivamente no de esa muchacha de la escuela que sacaba mejores notas que tu en la escuela.

¡Estoy hablando de tu compinche, de tu socias, esa que tu llamas mejor amiga!

Las mejores amigas comparten todo, desde la ropa a los secretos de cada una. ¿Pero es seguro compartir todos los detalles de tu vida amorosa con tu amiga? ¿Pueden las mejores amigas transformarse en enemigas? ¿Puedes confiar a tu amiga todos tus secretos?

Tu pensaste que ella era tu incondicional. Pensaste que ella era tu confidente. Sabías que ella podría permanecer a tu lado por siempre. Pero recuerda, la vida viene con su propia parte de bueno y de malo.

Ahora piensa otra vez.

Hay momentos que sientes que ella es la causa de la mayor parte de los acontecimientos desafortunados de tu vida, especialmente a los acontecimientos referentes a él.

No hay ninguna duda, ella está cerca de ti, pero cuando tienes un hombre en tu vida, tu mejor amiga puede cambiar durante la noche. ¿Nunca te has preguntado qué sucede a esa muchacha tan-dulce que creías conocer? ¿Por qué ella actúa tan rara de pronto?

Es claro, en la mayoría de los casos, cuando llega ese amor de tu vida las entrañables amigas tienden a demostrar su lado amargo. No puedes esperar que todos tus amigos sean eternamente abrazables ¿Porque tu socias debe ser distinta?

Las relaciones de amistad llegan a ser tan complejas que ocasionalmente te encuentras intentando descubrir si tu confidente es tu mejor amiga o tu peor enemiga. En cualquier momento las cosas pueden llegar a ser realmente repugnantes cuando tu y esa muchacha se encuentran ambas a tan solo una pulgada de la yugular de la otra (metafóricamente hablando, por supuesto). Estas relaciones son, en honor a la verdad, enigmáticas.

Aquí están algunos ejemplos clásicos cuando la mejor amiga pasa a convertirse en la peor enemiga.

Compartiendo secretos con las mejores amigas

Tu compartes este pequeño secreto sobre el rapidín en el retrete de la oficina o esa sesión de besos con el hombre de otra con tu mejor amiga. ¡Y bang! Al día siguiente caminas en tu lugar de trabajo y descubres que todos están hablando de ti o te empiezan a gastar algunas bromas subidas de tono y riéndose de manera contenida usando un lenguaje de signos muy explicito. Sabes como se siente. Las mujeres somos bien conocidas como malas guardianas de secretos.

Todo lo que una amigui debe hacer es pedirle a un@ amig@ que guarde el secreto para que este empiece a correr más rápido que el hilo de la media en una entrevista de trabajo. Si quisieras que tu amiga guarde un secreto, no será posible y no hay forma de quejarse más adelante. Lo hace con la sensación de que era su razón de existir el difundir la noticia.

Compartiendo novios, viejos y nuevos

¿Preguntándose si las cosas podrían ser peores? ¡Es posible! ¿Qué tal si tu hombre es el ex de tu mejor amiga?

En este caso, no es más asunto de la incumbencia de ella. Tu no tienes porque saber esa situación con anterioridad, incluso si lo sabías, lo más probable es que te enteraras de los detalles después de haberte enamorado de él. Quizá ya no sea del agrado de tu amiga, pero ella tendrá un arranque de emociones pasadas solo para hacerte sentir culpable.

La opinión general que de ella llega es, "¡tu me lo robaste!" Desafortunadamente, no termina allí. Cada uno comienza a creer en algún momento esta historia. Es siempre una situación incomoda.

En tales ocasiones, ella parece prestar menos atención sobre su felicidad con él aunque no tenga ningún plan al respecto. Las amigas tienen a menudo este problema en manejar las emociones pasadas, aun a costa de perder un amigo. Y bien, ¿sigue siendo ella su amiga?

Superar el fin de una relación 03

Paso 3: Rompe con los recuerdos

La mejor manera de superar una ruptura es intentar vivir la vida con total normalidad evitando los recuerdos constantes que la otra persona motiva a tu alrededor. Esto significa que es el momento de hacer de tripas el corazón (ponerse dura con el amor) e iniciar la limpieza.

la mejor manera de empezar la limpieza es eliminando todo contacto con él, cortar todos los lazos que los unen (o unían): borra su teléfono, elimianrlo de Facebook, dejar de seguirlo en Twitter, bloquearlo en WA... Es muy importante que no exista comunicación entre los dos. ¡¡SIN EXCUSAS!!

También es necesario dejar de revivir la relación por medio de charlas maratónicas con tus amigos. Pensar sobre los días pasados no te ayudará en nada. Por último, pero no menos importante, elimina de tu casa, coche, trabajo todos los recuerdos que tengas de él. Y eso incluye la pequeña foto que guardas atrás de tu carnet de conducir.

Si te sientes incapaz de tirar las cosas a la basura. otra opción es guardarlas en una caja, cerrarla y esconderla en algún lugar de difícil acceso, de preferencia con un candado ruso de prisión y un perro de tres cabezas.

Superar el fin de una relación 02

Paso 2: No te tortures a ti misma

Yo considero que el problema principal al finalizar una relación de manera desastrosa es que empiezas a darle vueltas a la cabeza en busca de respuestas que muchas veces no encontrarás, o al menos no las que te gustaría conocer. Y eso causa que empieces a torturarte a ti misma fantaseando millones de veces sobre las diferentes situaciones que podrían haberse dado o analizando cada detalle de las semanas previas buscando una explicación a la razón por la que se te ha roto el corazón

Entre los cientos de pensamientos e ideas que pasan por tu cabeza los más usuales son:

  • ¿Estará muy estresado en el trabajo?
  • tal vez solo necesita algo de espacio para respirar
  • ¿Habrá encontrado a otra?
Rondarán por tu cabeza, pero no pierdas tu valioso tiempo buscando el por qué del fin de la relación. No le escribas mensajes preguntando por sus sentimientos o pensando si habrás hecho algo mal. ¡¡Hay todo un futuro esperándote!!

martes, 18 de marzo de 2014

Superar el fin de una relación 01

Paso 1: Convivir con el sentimiento

Después de una ruptura se experimenta un sentimiento que resulta horrible, eso nadie lo duda. Ese sentimiento va acompañado por enfado, tristeza, rechazo y el no menos incómodo sentimiento de culpa. Todos esos sentimientos son completamente normales y no hay motivo para que pienses que estás siendo ridícula.

No faltan los bienintencionados que pretenden darte consejos y la tía que insiste que ese sentimiento va a desaparecer porque una es joven o (la que más detesto) que realmente no sabes lo que es un sufrimiento real.

Lo más recomendable es no tratar de ignorar esos sentimientos o enfadarte contigo misma por estar así. Lo mejor que se puede hacer es aceptar que la relación ha fracasado y seguir adelante pasando por esta etapa tan amarga. No tengas miedo de llorar histéricamente, comer helado como posesa o beber con tus amigas unas cuantas botellas de vino. No importa lo que hagas mientras te funcione, será mejor que embotellar tus sentimientos.

Superar el fin de una relación 00

No hay forma de hacerlo más suave, estar enamorada de alguien que no te corresponde es, si no el peor sentimiento del mundo, al menos si es equiparable con el infierno. En un mundo ideal, cuando se produce una ruptura las dos partes se dieran cuenta que esa relación llegó a su fin de manera natural, aunque en este mundo ni siquiera eso significa que tenga que ser fácil.

Sin embargo, aferrarse a algo que ya solo puede hacer daño y que te impide seguir adelante es algo que a la larga resulta en un esfuerzo inútil y a la postre resulta en solo una agonía con un fin predecible. Sin embargo existe una serie de trucos para ayudar a superar esa cuestión que parece imposible.

Esta semana te daré algunos de ellos y si me encuentro con algún otro con gusto lo agregaré a la lista.

viernes, 14 de marzo de 2014

Razones para NO volver a ser esposas

Aún no logro entender porqué muchas mujeres, después de pasar por malas e incontables experiencias en un matrimonio, experiencias que según sus propias palabras las han dejado marcadas para siempre, piensan que de la única manera que pueden trascender sus frustraciones y volver a ser felices, es teniendo a otra pareja y se aventuran de nuevo…

Y sin pensarlo dos veces se entregan de nuevo a un hombre que más tarde no sólo se convierte en su verdugo, sino también en el verdugo de los hijos ya existentes y la vida se les complica más aún.

Muchas son las razones para no casarnos de nuevo, miremos algunas:
  • Pierdes tu libertad de nuevo.
  • Debes servir a un extraño.
  • Tu cama ya no será tan amplia.
  • Tendrás que lavarle sus miserias.
  • Le restarás tiempo a tus hijos.
  • Ya no te podrás arreglar como antes.
  • Tendrás que dar explicaciones de a donde fuiste y porqué.
  • Si tienes más hijos en tu nueva unión, tendrás que empezar de nuevo.
  • Tendrás hijos con diferente apellido.
  • Te verás repartida entre tus hijos mayores y tu nuevo esposo.
  • Muchas veces, sólo te aumentarán los gastos.
  • Si no le gusta lo que acostumbras cocinar, le tendrás que cocinar aparte.
  • Si no tienen la misma religión, ¿te harás a la de él, ¿o él estará dispuesto a unirse a la tuya?
  • Si él tiene hijos, ¿estás dispuesta a cuidarlos como si fueran tuyos?
  • ¿Estarías dispuesta a aguantar las molestias de la ex?
Y para ser un poco más realistas, creo que siempre debemos de pensar que al principio todo es muy hermoso, pensar también que por hermoso que sea, ¿hasta dónde o hasta cuándo estará un hombre dispuesto a hacerse cargo de dos, tres o más hijos, que no son de el? ¿Aceptará el paquete completo? ¿Cuándo empezarán las quejas y los reproches por los gastos que significa, proveer a una familia numerosa?

Vale la pena más que todo lo anterior, pensar en los peligros que se pone a los hijos, (sobre todo nuestras niñas y adolescentes), porque aunque hay hombres y mujeres muy buenos, sabemos y tenemos que aceptar que existen diferentes clases de abusos.

viernes, 7 de marzo de 2014

Privacidad

Después de muchos días (meses) intentaré retomar este blog con una cuestión que al parecer últimamente parece haber crecido, la falta de privacidad
Desde hace tiempo, he visto muchos comentarios en twitter y he oído algunos otros en diversos medios sobre la familia, sobre todo asuntos privados. No es una muestra de inteligencia permitir que nuestra vida privada sea una libro abierto que puede ser consultado (y cuestionado) por cualquiera. Es una realidad que cuando permitimos que nuestros asunto íntimos estén de boca en boca estos pierden calidad y, lejos de ayudar, permite que nuestra vida se vuelve del dominio público y en ocasiones la complica más. Lo que hoy no se valora, en un futuro se lamenta.
No permitamos que todo el mundo se entere de lo que sucede en nuestra vida porque no nos tomarán en serio si cada vez que abrimos la boca vamos diciendo cosas de nuestra pareja, hijos, suegr@s, herman@s ya que nadie le va a dar la importancia real que tiene, además de hacer daño a la familia al permitir que esté de boca en boca de cualquiera. A la mayoría de las personas les fascina escuchar problemas de los demás para luego hacer chismes y burlarse de ellas ya que sienten que de esa manera son mejores en sus propias vidas.
Hay un principio que vale para todas las áreas de nuestra vida: Tus “asuntos” tendrán el valor que tú les des. Si tratas tus asuntos privados como algo valioso y digno de respeto, la gente también las tratará con el mismo valor. Si “regalas” esa información privada, la información se vuelve barata.

Seamos mujeres sabias: aprendamos a guardar nuestros asuntos y, de esa manera, proteger a los nuestros.

¿Tienes problemas y necesitas hablar de ello?

ahí van algunos consejos:
  • Procura que tus asuntos privados no salgan de tu familia. Muy pocas personas ajenas a ese circulo podrán valorar en la medida adecuada la importancia de la confidencia.
  • Si necesitas desahogarte fuera de la familia, escoge solamente a una o dos personas para hablar sobre tus temas más privados. De otra manera tus asuntos corren menos peligro de estar en boca de varias personas.
  • Que la “confidente” que elijas te haya demostrado saber guardar un secreto. No te dejes llevar por la que más interés demuestre por tu vida (que demuestre interés no significa que le importe. Puede que solamente le interese el cotilleo).
  • Habla con gente mayor que tú o personas que hayan pasado por la misma situación. Sólo las personas que han pasado por lo mismo sabrán darle el respeto y consideración que tu problema merece.
  • Puedes tener a muchas amigas y quererlas a todas. Que no les cuentes tus asuntos privados no significa que no sean tus amigas. ¡No caigas en esa trampa!