miércoles, 8 de octubre de 2014

Se busca

Se busca: jefe.
Empresa: tu vida
Disponibilidad: INMEDIATA

Convertirse en jefe en nuestro ámbito laboral ya es un sueño y una aspiración de muchas personas. Dirigir, administrar, instruir, gestionar personas y acciones te da poder. ¡Por supuesto que sí! pues tienes el poder de hacer que los objetivos de la empresa en la cual trabajas o de la empresa de la que eres propietaria se cumplan o no se cumplan. Sin embargo en una plática con una amiga logré entender en toda su plenitud que yo podía ser jefa de mi propia vida, la responsable de mi destino. ¡¡Eso me pareció sumamente emocionante!! Yo podía forjar mi destino. Claro, que no dejaba de ser extraño, después de haber escuchado tantas versiones acerca del destino. Que todas las personas tenemos un destino predeterminado. Incluso yo he aconsejado en ese sentido, que estamos sujetos a lo que nos depare el destino. ¿Te suena conocido eso? El destino pasaba a ser entonces una especie de maldición o bendición, dependiendo de lo que éste nos deparara. Podríamos decir que el destino es la vida que alguien más eligió para nosotros, o lo que la conjunción del universo, los astros, las estrellas y las constelaciones determinan como será nuestro vivir, o es el libro escrito de nuestra vida que todos tenemos al momento de nacer. No es sencillo poder definir lo que es el destino porque no es tangible, y existen tantas versiones de él como personas a las que se les pregunta. Sin embargo, hay una sola cosa clara y es que la educación que recibimos no nos enseña a ser responsables de nuestras vidas, de nuestro destino. Más bien hemos aprendido que nuestra desgracia o alegría está ligada a las acciones de otras personas. Y si no crees basta con mencionar algunas frases que puedes reconocer.

¡Mi vida es un infierno contigo!entonces, ¿Por qué sigues con él o ella?
¡Mi jefe es un patán! ¡Odio mi trabajo!¿Por qué entonces no buscas otro trabajo?
¡Te entregué mi vida entera y ahora me botas!¿Por qué le entregaste tu vida?

Seguramente restarás recordando algún incidente, estarás pensando: Yo no busqué ese accidente, fue culpa de ese borracho que me golpeo. y yo no pudo negar la verdad de ese hecho, no obstante eso fue algo "accidental", pero nuestra vida está más llena de momentos "vivenciales" que "accidentales", si profundizamos en nuestros pensamientos veremos que la mayoría de lo que nos ha sucedido ha sido resultado de nuestras decisiones, sean estas conscientes o inconscientes, y si queremos tomar las riendas de nuestro destino es empezar por asumir la responsabilidad de nuestros pensamientos, decisiones y acciones.

Quizá estarás pensando: Yo no busqué que mi pareja me maltratara, el problema es de él. Claramente él tiene un problema, pero aquí estoy hablando de tu vida, no la de él. Cada un@ es necesario hacerse responsable de nuestras propias vidas. Una vez que tengamos nuestra vida controlada y bien manejada, entonces quizá estemos en condiciones de poder prestarle ayuda a otro. Si nuestra vida es un desastre, ¿Cómo podemos entender a otro que está mal y que necesita ayuda? ¿Con que calidad moral podemos hacerlo si estamos mostrando que nosotros mismos somos una desgracia?.

Es común conocer la realidad de personas que son maltratadas psicológicamente y hasta físicamente por la pareja, muchas veces por años, con hijos de por medio, con una vida que parece escrita por Zola. Podemos escuchar diversos argumentos para justificar esa vida, como: no quiero que los niños crezcan sin su padre, no tengo dinero para irme a vivir sola con los niños, lo amo a pesar de todo, tengo miedo de lo que pueda pasarme sola, etc..., pero seamos sincer@s, quien ha tomado la decisión de mantenerse en esa vida de mierda eres tu. Tu eres quien constantemente piensas en lo desgraciad@ que eres, en la vida miserable que llevas, en que no te lo mereces, etc. Pero lo único que estás logrando con esos pensamientos es seguir condenándote a seguir la misma vida y tus actos van en concordancia con esos pensamientos.

Tenemos un poder que no hemos aprovechado. Y está ahí para ti, para mí y para tod@s aquell@s que queramos tomarlo. Puedes ser el jefe de tu vida y de tu destino. Recuerda que tus pensamientos de hoy, serán los sucesos de tu futuro cercano, eso sí, en la medida de que tus pensamientos sean consecuentes con tus acciones, así mismo como trabaja un jefe comprometido con su trabajo y su personal a cargo, así mismo es como debes trabajar con tu propia vida.

No esperemos más e iniciemos el contrato. ¡¡YA!!

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