martes, 19 de agosto de 2014

Infidelidad 3

Psicología

Frecuentemente se considera a la infidelidad como uno de los principales motivos de fricción y conflicto de las relaciones amorosas monógamas. Su descubrimiento generalmente trae emociones desagradables como tristeza, baja autoestima e ira para el miembro «engañado», quien en muchos casos suele retirar toda la confianza depositada en la pareja. Aunque es considerada una de las principales causas de divorcio, algunos autores no necesariamente significa el final de la relación. Entre las principales causas que evitan el rompimiento, además de los fuertes vínculos afectivos, se encuentran el temor a la soledad, evitar un daño al otro, evitar problemas a los hijos y no desear alterar la calidad de vida.

Algunos psicólogos estadounidenses señalan que la infidelidad conyugal causa un efecto tan traumático en el consorte ofendido por le significado simbólico de la «aventura» a causa de la mentalidad polar de todo-o-nada que concluye (va más allá de una simple suposición) que una persona es totalmente fiel o totalmente infiel sin cabida a puntos intermedios. Tradicionalmente también suele tener una visión negativa de la infidelidad al ser equiparada con palabras descriptivas como: traición, engaño, perfidia, etc., lo que lleva frecuentemente a la devaluación no de la pareja sino de la propia persona ya que genera dudas sobre el atractivo, la suficiencia y la capacidad del individuo.

Una infidelidad no necesariamente es la causa del debilitamiento de una relación, incluso puede ser el síntoma de una relación ya vacilante, por lo que no destruye una relación.

jueves, 14 de agosto de 2014

Infidelidad 2

Una de las cosas que más me llaman la atención es que la mayoría de las mujeres considera(mos) que solo existe la infidelidad sexual, sin embargo hacemos a un lado otro tipo de infidelidad que incluso puede tener mayores consecuencias, me refiero a la falta de lealtad. En la mayoría de los casos la primera trae aparejada la segunda, pero no por eso deja de causar daño.

Este es un tema bastante complejo por sus orígenes y consecuencias, no creo deba tratarse de manera ligera o envueltas en las emociones inherentes a una traición. Cómo todo acto humano, involucra motivaciones y responde a la disminución de sentimientos de ruptura por los pactos que se han roto. Por lo mismo debe de manejarse como cualquier otro duelo.

Para encontrar la raíz del problema debemos despojarnos de los naturales mecanismos de defensa y la muy común tendencia a justificar nuestros actos, independiente de su calificación.

No es lógico pensar que cuando dos personas se aman y deciden hacer vida en común (supuestamente con intención de permanecer juntos) tengan en mente la idea de ser infieles. Que vayan en contra de sus pactos y más sentidas promesas y pongan en peligro, y quizá acabando, con una relación íntima que surgió y se fundó de forma absolutamente voluntaria y deseada por ambos. Es por eso que debe asumirse la existencia de motivos que originaron las acciones que violentaron la solidaridad mutua.

La tendencia normal es cargar toda la culpa a quien lleva a cabo el acto desleal, lo cual es bastante humano, aunque no razonable ni justo.

Lo apropiado y beneficioso para la tranquilidad espiritual del ofendido, es encontrar los elementos o antecedentes que originaron o contribuyeron a que el ofensor tomara decisión tan perjudicial para la unión establecida, su pareja, y contra si mismo en el aspecto ético y moral (el cual podría no mostrar, pero no puede dejar desatendido)

La falta de lealtad es producto de la acumulación de pequeñas y progresivas insatisfacciones, incomprensiones, faltas de acuerdo, malentendido, inconsecuencias y… monotonía en la relación, que originan y fomentan ambos miembros; eso desencadena la traición que, de haber mediado la atención interesada y cuidadosa del comportamiento de su pareja, seguramente podría haber sido detectada, determinada, y quizás evitada a tiempo.

Es fácil y cómodo achacar toda la culpa al ofensor, sin analizar hasta donde se tuvo implicación en originar, contribuir, aceptar, o no detectar a tiempo las motivaciones que originaron la actuación inconveniente. Lo difícil, aunque conveniente, es aceptar con sinceridad y valentía hasta donde no fuimos capaces de detectar o afrontar el problema oportunamente.

No hay otra posibilidad para sobrellevar o disminuir los dolorosos efectos de la infidelidad, que analizar sus orígenes y el porcentaje de implicación personal, que en su concreción corresponde al agraviado.

martes, 12 de agosto de 2014

Infidelidad 1

(Esta es una actualización de una entrada previa a fin de ampliar la información y proporcionar algunas ligas que puedan ser útiles)

Según Hilda Beatriz Salmerón García y Diana Resnicoff, La infidelidad se refiere, popularmente, a las relaciones amorosas, a corto o largo plazo establecidas con personas distintas del vínculo oficial que a menudo se mantienen en secreto por considerarse como una amenaza a la institución familiar. Aunque de acuerdo con el DRAE el vocablo denota el incumplimiento del compromiso de fidelidad o la falta de ésta. Por consiguiente, puede significar la carencia de lealtad o quebrantamiento de la misma hacia cualquier compromiso moral como la religión, la amistad, el matrimonio (situación que se conoce como adulterio) o cualquier otra relación amorosa o erótica.

La infidelidad amorosa, acepción con la que frecuentemente se asocia el término, es descrita, de manera rápida y sucinta, como la falta al pacto que limita el número de personas involucradas en una relación amorosa o erótica y, por tanto, la prohibición de mantener otras de forma paralela, sean ocasionales o continuas. De forma que, en las relaciones con tradición monogámica la inclusión de un tercero supone una violación del acuerdo, mientras que en relaciones poligámicas se produce al involucrar a personas ajenas al círculo aceptado. Bajo esta definición, ser infiel es romper de forma consciente un acuerdo afectivo o sexual preestablecido para el tipo de relación escogida.

Hace tiempo se publicó en la National Survey of Sexual Health and Behavoir un estudio de la Journal of Sexual Behavior que indica que las mujeres somos más infieles que hace unos años. ¿Es que antes no lo hacíamos o estamos recuperando el tiempo perdido? ¿O ahora somos mas cínicas desinhibidas y hablamos y experimentamos más con nuestra sexualidad?

En los años 90 por cada treinta hombres había nueve mujeres que admitían haber sido infieles, hoy la realidad es otra: por cada treinta hombres hay veinticinco mujeres (monógamos ambos casos) que admitieron haber tenido al menos una relación sexual en el último año con alguien que no era su pareja oficial y admitieron que era seguro que si su pareja se enterase la relación finalizaría.

Pero ¿Qué es lo que ha influido en este cambio?. El dinero (los más ricos son más infieles), el tipo de relaciones (las personas complicadas y/o inseguras son más promiscuos) y la facilidad de acceder por Internet a redes sociales o sitios de citas on-line (conocer nuevas personas) hacen que tener una pareja estable como antes sea más complicado. Cada día hay menos tiempo y oportunidades de hacer amigos o conocer personalmente a otros, estos espacios de citas aumentan las posibilidades de encontrar una nueva pareja o nuevo amante.

A lo largo de algunas entradas intentaré mostrar la infidelidad desde diferentes perspectivas.

jueves, 7 de agosto de 2014

¿Por qué no puedo encontrar a mi príncipe azul?

Creo que ya estoy hasta la madre de amigas y conocidas que se quejan de que no encuentran su príncipe azul y mientras se la pasan quejándose de su pareja sin darse cuenta de que por estar esperando un ideal no disfrutan su relación actual.

Cada vez que conoces a un hombre y comienzas una relación te preguntas si será el hombre de tu vida. ¿Existe de verdad una media naranja para cada uno? ¿Para cada persona existe un alma gemela que es el ideal y eterna? Desde siempre han querido hacernos creer en esas ideas, pero el tiempo se encarga de exponer la falsedad de esa idea y mostrarnos que existen tantos conceptos de amor y pareja como personas hay en este mundo.

Así, mientras más parejas tengas mayores serán las posibilidades de encontrar a esa persona compatible que deberá cubrir el rol de amigo, cómplice y amante a la vez.

Diferentes puntos de vista

Para muchos la pareja ideal no existe, es una idea que se ha escapado del reino de los sueños. Esa pareja imaginaria es necesaria para la satisfacción afectiva de cada uno, pero se debe mantener siempre conciencia de ese ideal solo existe en la propia mente. Tere lleva tres años saliendo con Juan, su relación va excelente, bien encaminada y es satisfactoria, pero no identifica a su pareja como su príncipe azul. El hombre perfecto no existe. Nos empeñamos en ponerle una cara y soñar con él, pero no es así. Yo ahora soy feliz con Juan, pero las personas cambiamos a lo largo de nuestra vida y lo que hoy me gusta quizás mañana no lo soporte y es que eso que nos enamoró al principio podemos acabar detestándolo.

Gerardo tiene en su bio de twitter el reflejo de una realidad que muchas se niegan a ver: Creer en Se amarán hasta que la muerte los separe es vano. Mejor vamos día por día.

En el otro lado tenemos a Luís que dice haber visto en Ana, su esposa desde hace 15 años, a la mujer de su vida. Desde que comenzamos la relación, me di cuenta de que era la persona que estaba buscando. Nos entendemos a la perfección y veo en ella todas las cualidades que para mí debe reunir la que vaya a ser la mujer de mi vida.

Disfrutar de la relación

Creamos o no en la existencia de un príncipe azul que se encuentra a la vuelta de la siguiente esquina, lo que hay que hacer es estar abiertas a cualquier relación. Tenemos que estar desprovistas de ideas preconcebidas a la hora de afrontar el amor.

Hay que disfrutar del momento y dejar a un lado lo que nos deparará el mañana. Las diferentes relaciones que establezcas a lo largo de la vida, te ayudarán a crecer y a madurar y te servirán para valorar aspectos que quizás no habías tenido en cuenta en anteriores parejas. Se trata de aprender de otras personas y situaciones para saber encarar otras nuevas.

Siempre hay algo que aprender y de los errores se suelen sacar conclusiones beneficiosas, aunque ¿Quién dice que sea un error? Hay que probar y probar para saber lo que nos gusta y así quedarnos con lo mejor. Recuerda, de lo único que debes arrepentirte es de lo no intentado.

Mr Perfecto

Por otro lado, no todos los cambios que las mujeres hemos tenido en ingresar en el mundo público han sido positivos, y uno de esos cambios que ha representado un mayor sacrificio es la notoria disminución de la tolerancia y de la construcción de un relación de pareja. Si no puede ser perfecto no estamos dispuestas a aceptar imperfecciones y si no aceptamos imperfecciones, estamos condenadas a quedarnos solas.

Basta una mirada para poder percatarnos que muchas mujeres en sus etapa más productiva (cuarenti...) en su mayoría están solas, ya sea porque están divorciadas o porque aun cuando han formado pareja ya no les interesa convivir nuevamente bajo el mismo techo (sin generalizar, obviamente). Sin embargo las mujeres de una década menos llegaron a esa edad poniendo el máximo esfuerzo en desarrollarse profesionalmente, por lo que muchas están solas, o a lo más con un hijo.

Esto me hace ver que la estructura de familia está cambiando, y si la familia está cambiando también la sociedad lo está haciendo, al menos como la conocieron nuestros padres. La sociedad actual se está construyendo basada en el placer, y la felicidad nada tiene que ver con el placer, según se puede comprobar a lo largo de la historia.

Es necesario hacer el esfuerzo de encontrarnos a nosotras con nuestras imperfecciones para de ahí aceptar hombres imperfectos y desde esa imperfección poder ser felices en la relación de pareja.

martes, 5 de agosto de 2014

¿Existe el amor romántico?

De acuerdo al profesor de la Universidad de Limoges Jean Verdon, el amor, tal como lo entendemos hoy, se inventó en el siglo XII por parte de los trovadores y proponían un arte de amar, el amor cortés, que se convirtió durante ese y el siguiente siglo "en un sistema coherente, aunque dotado de múltiples variaciones". Según el citado profesor, comienza a mostrarse desde esas fechas como un todo, carnal y espiritual, sexual y emocional.

Por esas fechas, Leonor de Aquitania, en una (de tantas) tarde de aburrimiento, junto con su séquito de señoras (igualmente ocupadas) definieron las reglas del amor cortés, entre todas las normas a seguir estaban que no podía existir dentro del matrimonio y que solo podía ser espiritual.

Se me hace lógico que se impusiera que el amor romántico estuviera separado del matrimonio por motivos antropológicos: El matrimonio era una institución socio-económica y política y el amor no formaba parte del mismo. Lo que hace evidente que la exigencia que el amor formara parte del matrimonio es posterior y requería nuevas reglas para poder solventar su limitación puramente espiritual.

El amor romántico ha sido apoyado en occidente por los artistas, pero el último empujón se lo debemos a Hollywood que ha (re)definido las reglas del amor romántico que nos atañe a muchas generaciones y a proporcionado una manera de reconciliar su parte física con la espiritual exportando esa visión al resto del planeta.

Pero lo que motiva la pregunta no es la historia, aunque ella nos sirve para descubrir que lo que llamamos amor romántico es una invención lejos de la realidad biológica del ser humano. El principal apoyo de este invento procede de los métodos de crianza de nuestra cultura. La familia (tradicional) se funda en una pareja heterosexual excluyente (en un bando los padres, en otro los hijos) en la cual en realidad los hijos no tienen cabida (por ejemplo, se les expulsa del dormitorio de los padres, sus opiniones no son consideradas, etc.), por lo que los hijos crecen con carencias afectivas que deben cubrir en la etapa adulta a través de la búsqueda del "amor" que mitigue esas carencias.

jueves, 31 de julio de 2014

Tengo miedo de decirle lo que siento y que se aproveche de mi

El problema que yo veo es que la mujer que no se valora, no es atractiva pero si presa fácil de los desconsiderados y aprovechados. Esa es la razón por la que tenemos miedo de decir cuánto nos gusta una persona o lo que sentimos por ella. Pero eso también le sucede al hombre. La persona ha de valorarse y demostrarlo. Imagina una empresa que sin que existan contratos ni acuerdos empezaran los trabajadores a producir. Al mes los trabajadores exigirían su salario y los directivos le dijeran: ¿Salario? ¿Por qué? Tu aceptaste venir a trabajar sin cobrar ¿Los directivos serían cínicos y se estarían aprovechando? Si. La persona que aceptó trabajar sin contrato ni acuerdo ¿No se valoraba? No, no se valoraba, sin embargo ¿Cómo puede reclamar su salario?. Lo mismo sucede en las relaciones, si una persona no se valora corre el riesgo de irse con el primero que le haga caso, elegir por pareja a alguien que no le conviene y quedarse atrapad@ en relaciones disfuncionales.

Por eso es necesario valorarse, no darse, no ofrecerse ni aceptar nada sin antes haberlo negociado con un@ mism@ y establecer los puntos negociables y los no-negociables, sin haber establecido hasta donde estamos dispuest@s a llegar.

Si lo que se quiere solo es pasar el rato, ligar como se dice por acá, no es necesario tanto análisis y estrategia, pero si se pretende iniciar una relación duradera es necesario saber lo que queremos, como vamos a lograrlo y establecer los puntos anteriores. Una vez establecidos nuestros limites y precio (en el sentido de valor, no pongas a trabajar la parte cochambrosa de tu mente) debemos comportarnos de acuerdo y saber que no nos eligen, nosotr@s quienes elegimos. Esto es el atractivo, y como dijo Xaviera Hollander, ese es el mejor afrodisiaco que existe.

El relacionarse con alguien bajo el concepto lo que ves es lo que hay es la mejor forma (por no decir la única) de ponerle unos cimientos sólidos a la relación. Una persona auténtica es alguien en quien se puede confiar, sin trampas ni dobles sentidos, te dice su verdad y te puedes apoyar en esa persona. Explorar la autenticidad de otra persona es fácil si somos auténtic@s con nosotr@s mismos. Es como hablar un idioma: es fácil detectar si la pronunciación es correcta o no.

Si quieres explorar la autenticidad de ti mism@ pregúntate como piensas de todo en la vida, cuales son tus principios y valores, cuáles son tus valores base (los no-negociables) y en que estás dispuest@ a ceder (los negociables) en general, lo que es sagrado, lo que te hace sentir bien y lo que te hace sentir mal. Es un conocerte a ti mism@ y atreverte a salir con esa visión a enfrentar al mundo.

Obviamente se requiere mucho amor y mucha valentía ser quien verdaderamente un@ es, demostrarle la autenticidad al mundo. Las ventajas son muchas, las relaciones que se establecen son basadas en la verdad, de uno, sobre cimientos sólidos, sin trampa ni malos entendidos, relaciones de alma a alma con el mismo lenguaje. Las otras son relaciones de máscara a máscara como si se tratara de un carnaval donde uno ve la careta pero quien está detrás no es lo que parece. Si te enamoras de esa careta te espera una gran decepción cuando se la quites y muestre su verdadero rostro...

martes, 29 de julio de 2014

¿Magia?

Hoy en la mañana mientras me rasuraba... no, así empiezan las entradas de otro bloguero, es mejor empezar con: "Cuando me levanté..." pero precisamente hoy cuando me levanté aun estaba con el cerebro desconectado después de la faena de anoche...

La verdad es que venía oyendo en el radio a una psicóloga que se quejaba de que los hombres no entienden a las mujeres (y es psicóloga, pobres de sus pacientes). Cómo me niego a participar en polémica de radio preferí poner música, sin embargo no pude dejar de pensar en la cantidad de basura y supuestos que existen alrededor del tema, y como al parecer es una queja que much@s comparten prefiero soltar la diatriba por este medio.

Quizá alguna de estas escenas te resulte familiar, no porque te hayan pasado a ti, quizá te lo contaron, lo leíste o lo viste en una película.

Llega el chico y le pregunta a la chica si quiere ir a comer con él, ella le responde que sí, a lo que:

Él: ¿Y como que se te antoja?
Ella: Lo que sea, no tengo preferencia
Él: ¿Qué te parece una parrilla?
Ella: No, carne no, comí la semana pasada y es demasiado colesterol
Él: ¿Y qué me dices de unas pastas?
Ella: No, pastas no. Estoy muy gorda y quiero bajar de peso
Él: Entonces vamos por unas ensaladas
Ella: ¿Solo ensalada? quiero algo más sustancioso, con más peso
Él: Con más peso... ¿Y como qué?
Ella: Lo que sea, en serio no tengo preferencia...
** Y así pueden pasar hasta una hora

Otra:

Cumplen un año juntos, él le regala una camiseta, ella le reclama por comprar ropa tan grande (a pesar de que es justo su talla) y de un estilo/marca que ella no usa (no importa que tenga el ropero repleto de ese tipo de ropa), al segundo año él le regala un perfume, ella le dice que ese perfume no le agrada, y cuando él le hace notar que es el mismo que está en su tocador ella le dice que piensa cambiar de marca. Al tercer año el le regala la discografía de su artista favorito, mismo que ella dejó de gustarle hace más de dos años (mejor ni le recuerda que hizo que él comprara los boletos para asistir al concierto quedará dentro de tres meses al triple en la reventa la semana pasada). Para el cuarto aniversario, un mes antes:

Él:¿Por qué no vamos a comprar tu regalo? Falta un mes y lo podemos hacer con calma
Ella: Ve tu solo, compra cualquier chuchería, lo que importa es la intención y cualquier cosa será de mí agrado
** Él se queda evaluando la posibilidad de iniciar una pelea y evitarse el regalo.

Estas dos anécdotas no me las inventé, ocurrieron realmente y yo me pregunto ¿Qué demonios creen que es él? puede que los hombres sean divinos, pero no todos son adivinos.

Algunas mujeres creen que su pareja las conoce tan bien que debe saber lo que les gusta y lo que quieren, aunque ellas no tengan ni la más remota idea de que es eso.

A mí cuando me preguntan que quiero comer reconozco haber respondido en varias ocasiones con un Lo que sea, pero al sugerirme uno o dos lugares y yo negarme inmediatamente sugiero yo uno. Quizá ese día no tenga antojo de comida thai, pero estoy dispuesta a ir a comer pizza, por ejemplo. Yo odio me regalen ropa o perfumes, pero porque esas cosas las compro de acuerdo a mi estado de ánimo, puedo comprar una falda y no usarla en cuatro meses o comprar una blusa y usarla hasta que deja de tapar lo suficiente. Soy maniática, lo admito. Los perfumes reflejan mi estado de ánimo y representan o traen a mi memoria recuerdos, por eso no me gusta que me los regalen. Pero eso lo saben mis amig@s y familiares. Pueden regalarme diez veces el mismo libro (obviamente no la misma persona) o el juego de plumas que puede ser el más exótico o el que te venden en la papelería de la esquina, entre otras muchas cosas, solo que no sea ni ropa ni perfumes (un amigo me regaló en una ocasión una caja de herramientas de color rosa, con herramientas del mismo color, no sé usar ni siquiera un par de ellas). No soy nada complicada, o al menos eso creo yo. ¿Por qué algunas chicas son tan difíciles de complacer?

En una ocasión un chico me invitó a comer, después me preguntó que quería hacer y le respondí Lo que sea, me da igual (me arrepentía media frase, pero ya la había dicho), pasé la tarde viendo lucha libre y los "mejores" momentos de una carrera de autos en un bar (y en realidad me divertí bastante, debo reconocerlo). El chico no lo hizo con mala intención, aunque también fue muy literal al interpretar mis palabras. Yo prefiero que sea literal a que se la pase haciendo sugerencias que supone que "serán de mi agrado", así al menos uno de los dos se la pasará bien.

Una de mis más frecuentes respuestas en el foro de relaciones de pareja hacia las chicas es:

Si te interesa no es necesario que esperes a que él tome la iniciativa.

Muchas chicas no se atreven a realizar ningún movimiento o a admitir que un chico les atrae. El creer que si un chico se entera que estamos por el callejón de la cachetadas por él se aprovechará es un mito (y si se aprovecha es porque no valía la pena, pero esa es otro tema). ¿Cómo pretenden que ese chico se entere de que va bien o la regó? ¿Por telepatía? ¿Y si el chico es tímido y no se atreve a llamarnos o mandarnos un mensaje?